«Time Binds: Queer Temporalities, Queer Histories», Elizabeth Freeman, Duke University Press, 2010.

La heteronormatividad fomentaba la naturalización y el privilegio de la heterosexualidad. Los estudios queer dedicados a cuestiones temporales empiezan a explorar las normas temporales que acompañan a la sexualidad y al género. Es así como surge la idea de crononormatividad, caracterizada por Elisabeth Freeman como el “uso del tiempo para organizar los cuerpos humanos individuales hacia la máxima productividad”. En el libro, Freeman también repasa trabajos de artistas visuales que emergieron en un ambiente de postfeminismo y postgay.

Una vez más los estudios feminismo o queer hacen avanzar, en este caso los estudios temporales.

En el ITS recogemos la noción de crono-normatividad por su potencial crítico, desnaturalizante, intentando ampliarla desde su sentido en Freeman hasta una contestación al control temporal en general. Partimos, por ello mismo, de la cronodiversidad como perspectiva que incluye esa contestación y también la abertura efectiva a otras vivencias temporales. El diálogo con este libro sigue, empero, abierto (…)