Gozo es un libro de Azahara Alonso, pero sobre todo es una búsqueda compartida: la búsqueda de otras formas de vida alejadas del imperativo de productivismo y de tiempos alejados del trabajo. Una búsqueda con y por el lenguaje literario que la acompaña, la mece, la hace fluir en primer persona…
Y ahí radica su interés y su sintonía con el ITS: una complicidad de la que algunas cómplices se habían percatado antes que nosotras. ¡Gracias, Marta Álvarez y Mabel Tapia!
Gozo es una original mezcla de ensayo y crónica personal: la historia de un viaje de la protagonista (la autora) con su pareja a una isla del mediterráneo, a la que se trasladan con el objetivo de… no hacer nada. Tamaña empresa, paradójicamente. No hay nada excepcional, más que la excepcionalidad de pararse, de quererse -quizá fallidamente- no hacer nada. No hay heroína ni héroes, o quizá, sí… la heroicidad de contestar la productividad y hacer emerger la “cronodiversidad”, como lo llamamos en el ITS, consustancial a la vida… Porque el no hacer nada nos abre a otros tiempos, no a la pereza o la inactividad absoluta… es un debate apasionante y necesario hoy día.
La lectura de Gozo hace, en definitiva, honor a su título: el libro es un gozoso equilibrio entre reflexiones sobre temas de actualidad que rodean el imperativo de productivismo (la precariedad, el imperativo laboral identitario, el turismo actual vivido en primera persona, etc.) con importantes referencias teóricas sobre el tema… Una crónica biográfica en tiempos neoliberales.