Hemos descubierto este magnífico libro leyendo un artículo de uno de nuestros cómplices fundacionales, Pol Capdevila.
La introducción al libro nos conquistó de inmediato. Se trata de una lucidísima y poética descripción de la situación actual del planeta, centrada en el ritmo de aceleración en el que estamos inmersos en esta era digital y apuntando al origen y los posibles escenarios futuros. Esta descripción, hilvanada como relato, está hecha de la mano de obras de escritores o artistas que reconfiguran nuestra experiencia del tiempo, los “contraproductos” de los qua habla Stiegler. Estas obras con las que la autora piensa escapan de la monocronía obligada para denunciarla y transfigurarla.
Como constata Agamben, urge una “cairología” (del griego “kairos”, momento idóneo), una transformación cualitativa del tiempo. Y Graciela Speranza confía en hacerlo desde el arte, junto a Simon Critchley, quien considera el arte como el principal espacio de articulación de significados culturales. En el ITS también intentamos encontrar vías cronodiversas a través del arte, hay que tejer crono-complicidades…
En los capítulos que siguen a esa bella introducción, Speranza agrupa imágenes de una forma muy original y realiza series con obras para tratar temas concretos como la duración, los relojes, las constelaciones, etc. Desde la Spiral jetty de Robert Smithson o The clock (El reloj) de Christian Marclay, al que consagra especialmente su atención, llega hasta los libros de W.G. Sebald y la novela gráfica Aquí,de Richard McGuire, entre muchísimos otros.
Speranza construye este cairológico viaje encontrando siempre las palabras concisas como si rizase el rizo en cada frase. El lenguaje también puede aliarse en esta búsqueda de otros tiempos y, de ahí, esa “cronografía” que da título al libro…